Transcurría el minuto 28 cuando Andrés Iniesta encara a su defensor, Gary Cahill. El central del Chelsea, totalmente superado, trató de recuperar la posición y derribó a Iniesta, quién cae dentro del área, dicha acción debió ser sancionada con la pena máxima y amonestación para Cahill, pero el árbitro alemán Felix Byrch y sus asistentes no juzgaron como penalti esa polémica acción. Error del colegiado que podía haber cambiado el devenir del partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario